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DIVORCIO: La Otra Historia

Cuando comento que trabajo con temas de divorcio, algunas personas me preguntan asombradas si soy divorciada.  Normalmente les explico que no considero que solo podemos brindar apoyo desde la experiencia propia. ¿Acaso todos los ginecólogos son mujeres, o los urólogos o proctólogos que atienden hombres son siempre otros hombres? Literal.

Pero la verdad es que el divorcio es un proceso tan particularmente difícil que hasta yo misma tuve en algún momento esa inquietud ¿Cómo puedo yo sentarme con un cliente que está viviendo esta etapa, y entender mejor lo que está pasando? ¿Cuál es mi historia de divorcio?

Mis padres contrajeron nupcias en el año 1974 y yo nací en el año 1976.  Las más recientes estadísticas publicadas por la Contraloría General de la Nación, reflejan que la tasa de divorcios en Panamá se ha triplicado entre el año 1970 y la fecha.  Según información publicada por el diario La Estrella de Panamá en el mes de marzo de este año, el 35% de los matrimonios celebrados entre los años 2011 y 2015 terminó en divorcio.

Aunque mis padres no son divorciados y yo tampoco, creo que los números reflejan que nací a una generación de divorciados.  A todos nos llega de una forma u otra.  En lo personal, no conozco una pareja casada que no haya considerado el divorcio en algún momento.

En momentos críticos de mi relación de pareja, he considerado seriamente el divorcio en forma muy natural y casi automática.  Esa es la realidad.  Pero entonces cuando el divorcio toca la puerta, es evidente que existe una disparidad entre la realidad y la expectativa social.

Me parece saludable que las parejas entren al matrimonio con mucha ilusión, y con el aparente apoyo de todos quienes los rodean.  Todos participamos alegremente del compromiso, guardamos las fechas, hacemos planes de viaje, buscamos el regalo y atuendo perfecto.  El mundo entero se regocija y el cielo brilla con fuegos artificiales.

Cuando voy a una boda, brindo y realmente le deseo a la pareja mucha felicidad.  Hace tiempo dejé de desearles que estén juntos para siempre, porque me parece más importante que sean felices.   Juntos o separados.  Eso depende de ellos.

¿Que ser felices en el matrimonio es duro? ¡Sin duda! ¿Y el divorcio? Aquí terminan los fuegos artificiales, los brindis y la fiesta.   ¿Qué pasa entonces con esas personas a quienes tanta felicidad les deseamos? Silencio incómodo, miradas esquivas, juicios en privado.

Así comienza mi historia de divorcio.  Justamente en ese espacio entre escoger la vajilla y terminar de romperla.  Con un llamado a que todos hagamos conciencia de que las personas cuyas uniones celebramos no siempre terminan juntas.  Sin embargo, siempre pueden terminar felices y SIEMPRE podemos ayudarlos a construir esa nueva versión de felicidad después de esa tormenta llamada divorcio.

Así nace PLAN B – Divorcio. Desde aquí espero: 1) ofrecer un espacio seguro para quienes de alguna forma u otra tenemos una historia de divorcio, seamos o no divorciados, y 2) mostrarles que si hay es posible construir #TuMejorPlanB y afrontar el divorcio en forma organizada, saludable, positiva y pacífica.

 

2 thoughts on “DIVORCIO: La Otra Historia”

  1. Me encanta tu escrito, un aire de esperanza para quienes atraviesan los caminos dificiles de la convivencia una vez se pasan las mieles y los fuegos artificiales de los recien casados.
    De las experiencias vividas y la actitud que asumimos en este el aprendizaje esta el encuentro de la felicidad.
    Salud felicidad y larga vida !! TQM.

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